miércoles, 18 de octubre de 2006

Un auto chico, una gran burrada.


Aquí tenemos un típico ejemplar de la fauna de orkos sub-humanos a los que alegremente se les otorga y renueva el registro. Este energúmeno es un claro ejemplo del "hago lo que quiero y me cago en los demás". Y lo más increíble es que le hubiera resultado mucho más fácil estacionar derecho (siempre y cuando haya llegado último, obvio... caso contrario se tiene merecido el encierro, por sorete!).
Bueno, ven? a este tipo de despreciables sujetos propongo cazar in-fraganti y escrachar en la web porque estos impunes son los que también estacionan en doble mano sin preocuparse si uno tiene que salir, son los que obstruyen las rampas para discapacitados y cochecitos de bebé, son los que paran sobre la senda peatonal, los que estacionan arriba de la vereda y decenas de etcéteras más....

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